Hay pocas cosas más soporíferas en el mundo que una aburrida presentación de PowerPoint.
Intentar mantener la atención mientras se suceden interminables y repetitivas diapositivas puede resultar todo un reto para la audiencia y una frustración para el presentador.
Pero si no quieres convertirte en el «asesino del PowerPoint» o en el causante de los mayores episodios de narcolepsia en la oficina (o en la universidad), puedes usar algunas alternativas.
Leer más en: BBC Mundo.