Relojes inteligentes, pulseras medidoras del ejercicio físico y otros dispositivos de tecnología ponible se venden como panes, pero muchas veces terminan olvidados en el fondo del cajón una vez el usuario pierde la ilusión por la novedad.
“El abandono es el gran problema de los dispositivos ponibles”, dice Mike Pedler, jefe de la sección de innovación y desarrollo de productos de PricewaterhouseCoopers (PwC).
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