Seguidos por los ojos de cerca de 600 asistentes, en el escenario aceleraron uno a uno, un Bentley, un Ferrari, un Model S de Tesla y el nuevo eléctrico de Faraday Future FF91; y aunque el rugido de los motores de Bentley y Ferrari levantó los ánimos de los presentes, la batalla de velocidad quedó entre los silenciosos eléctricos. La diferencia entre ambos fue de tan solo dos milésimas de segundo.
Tras verlos pasar, en la pantalla del escenario, los sensores mostraron la aceleración de ambos: Tesla Model S, de cero a 60 kilómetros por hora en 2.5 segundos. FF91 de cero a 60 kilómetros por hora en 2.3 segundos.
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