En 2016, tan solo en Estados Unidos, se vendieron 31.7 millones de gadgets conectados para hacer ejercicio, 4.5 millones de asistentes digitales controlados por voz y 29.2 millones de sets para convertir una casa en un hogar inteligente, los cuales, de acuerdo con analistas, a pesar de ser útiles y fáciles de usar carecen de estándares y medidas de ciberseguridad para proteger los datos que por ellos pasan.
“Estamos haciendo que las cosas sean más prácticas al conectarse, pero se compromete la seguridad y ahora los ataques están al alza”, dijo Craig Spiezle, director de la Alianza para la Confianza de Internet (Online Trust Alliance), durante el foro de ciberseguridad ocurrido en CES 2017.
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