Cuando el presidente estadounidense Barack Obama firmó la elegantemente llamada «Ley de protección del paciente y asistencia asequible», en 2010, marcó el más importante cambio regulatorio en el sistema de salud de todo un país desde 1965.
No es de extrañar entonces que utilizara 22 bolígrafos diferentes para plasmar su rúbrica en el documento – ahora apodado con una denominación más simple, «Obamacare».
Era la continuación de una tradición estadounidense de larga data de donar las plumas utilizadas para firmar documentos históricos como regalos de agradecimiento.
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