Es un hecho conocido que un trabajo estresante puede afectar a una persona de varias maneras – personal o profesionalmente. Ahora, un nuevo estudio ha descubierto que las personas que trabajan en empleos de gran estrés pueden ser más propensos a tener problemas de salud y de morir prematuramente en comparación con aquellos que tienen la flexibilidad y están autorizados a utilizar su criterio en el trabajo.
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