En septiembre pasado, la página web de un conocido bloguero en temas de seguridad informática recibió uno de los mayores ataques jamás vistos en internet.
Pero el incidente fue eclipsado pronto por otro ataque contra una empresa francesa, que fue bombardeada con una catarata de datos a una velocidad inusitada de 1.000 gigabits por segundo.
Este tipo de ofensivas se conocen como ataques de denegación de servicio (DDoS) y buscan la caída de una página web sobrecargándola con tráfico de internet proveniente de distintas fuentes.
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