Jacyn Heavens era un vendedor de teléfonos móviles que logró tanto éxito que fue capaz de regalarse una Ferrari cuando cumplió 24 años.
Sin embargo, no tuvo el más auspicioso de los comienzos. Tres años antes, en 2004, después de haber trabajado en una compañía de seguros, Heavens consiguió un empleo de vendedor de celulares en Norwich, en el este de Inglaterra.
«Antes de empezar me había puesto de meta duplicar mi sueldo básico, pero el único problema era que tenía que trabajar», dice Heavens, ahora de 33.
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