Todos sabemos que los girasoles siguen al sol a través del cielo, cambiando sus flores de este a oeste a medida que avanza el día. Pero un equipo de científicos finalmente ha sido capaz de averiguar exactamente cómo sucede esto.
Resulta que los cambios de la flor son causados por un ritmo circadiano interno, o el reloj del cuerpo, y este cambio en la posición diaria no sólo mejora tamaño de las hojas de las flores, ¡también los hace más atractivos para las abejas!
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