Fue la prudencia de un activista de derechos humanos árabe lo que permitió descubrir una gravísima vulnerabilidad en los teléfonos iPhone y lo que ha sido descrito como uno de los programas de software espía más sofisticados jamás identificados.
El activista en cuestión se llama Ahmed Mansoor, y los días 10 y 11 de agosto pasado recibió una serie demensajes de texto con enlaces que prometían develar secretos sobre supuestas torturas en las cárceles de Emiratos Árabes Unidos.
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