Cuando Max Schrems, un activista por la privacidad autríaco, solicitó ver los datos personales que Facebook tenía guardados en sus servidores, recibió un CD-ROM que contenía un documento de 1.222 páginas.
Ese archivo, que si se imprimiera y alineara se extendía por 40 metros, le dio una idea del apetito de esa red social por los datos privados de sus 1.650 millones de usuarios.
Leer más en: BBC Mundo.