Los astronautas que viven meses en órbita tienen que aprender a vivir de forma sostenible, haciendo todo ellos mismos y reparando los desperfectos.
Hacerles llegar alimentos frescos cuesta dinero y tiempo.
Con la misión a Marte planeada para la década de 2030, hacer envíos será aún más complicado. Se prevé que un viaje ida y vuelta tome dos años.
Con esa perspectiva, las mentes más brillantes de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, NASA, se han centrado en desarrollar maneras de facilitar el día a día a los astronautas que lidian con las difíciles condiciones del espacio.
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