Dos sondas robóticas han comenzado un viaje de siete meses al Planeta Rojo ésta mañana, despegando juntas a bordo del cohete ruso Proton-M, dese el Cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán.
La nave – el ‘Orbitador de Rastros de Gas’ (TGO) y el módulo de aterrizaje llamado Schiaparelli – constituyen la primera parte del programa de dos fases ExoMars, un proyecto ruso-europeo para buscar señales de vida en Marte. La segunda parte enviará un explorador que haga excavaciones profundas en 2018, en caso de que los tiempos permanezcan como se han planeado, claro.
Leer más en: Muy Interesante.