Un grupo de científicos ha logrado localizar y medir con éxito la galaxia más lejana jamás registrada. Su nombre es EGSY8p7 y ha sido descubierta gracias al espectrógrafo infrarrojo del observatorio Keck, que utiliza un sistema capaz de detectar una particular y antigua firma de gas hidrógeno caliente (Lyman-alfa).
«Con frecuencia vemos la línea de emisión Lyman-alfa de hidrógeno en los objetos cercanos, ya que es uno de los marcadores fiables de formación estelar. Sin embargo, a medida que penetramos más profundamente en el universo, y por lo tanto de nuevo a épocas anteriores, el espacio entre las galaxias contiene un número creciente de oscuras nubes de hidrógeno que absorben esta señal”, afirma Adi Zitrinm, líder del estudio.
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