El Sol registra un tipo de variabilidad estacional, con actividad creciente y menguante en periodos de casi dos años, según el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica (NCAR) de Estados Unidos.
Este comportamiento afecta a los picos y valles en el ciclo solar de aproximadamente 11 años, a veces amplificando y a veces debilitando las tormentas solares que pueden golpear la atmósfera de la Tierra, así lo publica Eurekalert.org en un comunicado.
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