Si en algún momento de tu vida tus padres te regañaron porque odiabas ir a la escuela, deberías saber algo: no era tu culpa, sino la de tus padres.
De acuerdo con un estudio realizado por las universidades de Goldsmiths en Londres y la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, la falta de motivación de los jóvenes ante el estudio se debe a los genes heredados.
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