Para escapar del helado invierno del sur de Canadá, las mariposas Monarca protagonizan una de las migraciones más espectaculares del planeta, con rumbo a los bosques mexicanos, fenómeno que se podrá admirar hasta los últimos días de marzo.
Sin brújula, sin guía, sólo el instinto o un misterioso magnetismo, aún en investigación, las hace volar más de cuatro mil kilómetros para hibernar en bosques de pino y oyamel, justo entre Michoacán y el Estado de México, generando una forma de subsistir a las comunidades de la región y brindando una experiencia única a los visitantes.
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