El uso de las pantallas táctiles de los teléfonos inteligentes cambia la forma en que pulgares y cerebro trabajan en conjunto, produciéndose una mayor actividad cerebral, según un estudio publicado hoy en la revista estadounidense Current Biology.
La aparición de las pantallas táctiles en infinidad de dispositivos, por ejemplo en los teléfonos inteligentes, han hecho que los usuarios desarrollen nuevas habilidades con los dedos, en especial los pulgares, que son los más empleados en un «smartphone».
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