En julio de 1969, el mundo miró extasiado cómo dos hombres ponían por primera vez un pie en la Luna. La humanidad comenzaba así a aventurarse fuera de nuestro planeta, abriendo la posibilidad de viajar y explorar otros mundos que no fueran el nuestro.
Pero, a medida que los astronautas comenzaron a pasar más tiempo en el espacio, los problemas para la salud de esta actividad se hicieron más evidentes.
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