Uno de los mayores problemas que puede tener un usuario de un smartphone, es descubrir que se ha quedado sin batería en el momento más inoportuno y no contar con un enchufe en el que poder recargarla.
Con la llegada de los terminales inteligentes, con conexión a Internet, es habitual que a medida que pasan las horas, el nivel de carga de la batería disminuye considerablemente aunque no se haya utilizado mucho el terminal. Los nuevos equipos en cuanto a duración de energía, no se comparan con los móviles de años atrás, en los que la carga de la batería podía durar varios días e, incluso, toda una semana.
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