Así como los smartphones se hacen cada vez más grandes, también se vuelven más delgados. Al menos en sus versiones de gama alta y también media.
Un equipo sofisticado no puede verse demasiado grueso y ser muy pesado, lo que comúnmente se denomina “un ladrillo”. Así, por poner un ejemplo, el iPhone pasó de 9,3 mm en su versión 4 a 7,6 mm el 5S, y se dice que el 6 no pasaría de los 7.
Esta semana fue presentado el Elife S5.1, el nuevo terminal de la empresa china Gionee que apenas tiene 5,15 mm de grosor, dejando atrás el también delgado Elife S5.5. Con esto se trata del dispositivo más delgado del mundo.
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