Las cardiopatías isquémicas, un conjunto de enfermedades en las que hay una disminución del suministro de oxígeno al corazón debido a la obstrucción de las arterias, son la principal causa de mortalidad a nivel mundial. Para tratar este padecimiento y evitar la posibilidad de infarto en estos pacientes se restablece mecánicamente el flujo sanguíneo hacia el corazón mediante la reperfusión arterial coronaria. Paradójicamente, este procedimiento produce aún más daño y muerte celular en la zona del órgano tratada.
En años recientes, se ha estudiado la efectividad de estrategias de cardio-protección para estos casos como es el post-acondicionamiento, un tratamiento en el que se somete al corazón a periodos alternados de niveles de oxígeno bajos y normales. Sin embargo, apenas comienza a explorarse la efectividad de estas estrategias en pacientes que, además, padecen otro tipo de enfermedad, como es el caso de la diabetes tipo II.
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