Aparte de cantar, en la ducha también se te pueden ocurrir ideas geniales, pero después esos pensamientos se desvanecen y ya no vuelven a pesar de que has puesto toda la carne en el asador para recordarlos ¿por qué ocurre esto?
Después de realizar una actividad monótona, simple y relajada las mejores ocurrencias emergen de la profundidad de nuestro alma, pero cuando intentamos ordenar esas ideas geniales de forma racional éstas se desvanecen sin dejar rastro.
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