Los primeros acordes de nuestra canción favorita desencadenan un patrón común de actividad cerebral – se generan pensamientos y recuerdos independientemente de la persona que disfrute de la melodía. Sin embargo, hasta ahora no se conocía cómo se produce dicha activación en el cerebro.
Los hallazgos, publicados en ‘Scientific Reports’, de los que se hace eco la agencia Sinc, podrían explicar por qué diferentes personas describen sentimientos y recuerdos similares al escuchar su pieza musical favorita, tanto si es una composición de Beethoven o Eminem.
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