La radiación electromagnética es un asunto espinoso. Este fenómeno, producido por la combinación de campos eléctricos y magnéticos, ha sufrido un incremento exponencial con la expansión de las tecnologías Wifi, Bluetooth, GSM y UMTS. Aunque no existen resultados concluyentes sobre su impacto en la salud. en 2011, la Organización Mundial de la Salud desató la polémica al clasificar la radiación electromagnética emitida por los dispositivos móviles como un posible cancerígeno humano dentro del Grupo 2B. En este escenario de incertidumbre, la empresa malagueña Ingeniería Aremi ha creado la primera solución que protege permanentemente al usuario de estas emisiones. ¿Cómo? Con una línea de joyas antirradiación patentada.
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