«Y al día siguiente no murió nadie». Así comienza José Saramago Las intermitencias de la muerte, una novela en la que un 1 de enero de no se sabe bien qué año los humanos dejaron de morir, planteando un problema de tremenda magnitud para la sociedad y un desafío demográfico difícil de imaginar.
Pues bien, ese momento que un día vislumbró Saramago ya tiene fecha: «En 2045, el hombre será inmortal». Así lo afirma José Luis Cordeiro, profesor y asesor de la Singularity University, una institución académica americana creada en 2009 por la NASA y financiada por Google, que ha participado en el encuentro ‘Inteligencia artificial y porvenir de la especie humana’ de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander. Ni el sida, ni el cáncer, ni el hambre. Nada. En poco más de 30 años, ninguna enfermedad podrá acabar con la especie humana porque, según asegura, «el envejecimiento es una enfermedad curable».
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