Samsung ha anunciado, con un año de retraso, el primer smartphone con sistema operativo Tizen, que se venderá en Rusia a partir de julio.
Demasiado ligado a Android, la empresa surcoreana ha perseguido desde hace unos años la diversificación de sus productos con otros sistemas operativos para no ser tan dependientes de Google. Tizen ya lo había aplicado a la segunda generación de su reloj inteligente Gear 2, pero se iba retrasando en los smartphones.
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