Hace apenas 20 años, la visión biónica era más un cliché de ciencia ficción que un objetivo médico realista. Pero en los últimos años, las primeras tecnologías de visión artificial han ido apareciendo en los mercados de Europa y Estados Unidos, permitiendo que personas que habían sido cegadas por la retinosis pigmentaria recuperararan parte de su vista. Pero aunque notable, la tecnología tiene sus límites. Sí, ha permitido a algunos de estos pacientes poder entrar por una puerta o incluso leer letras de gran tamaño, pero de momento aún no les permite conducir, correr por la calle, o ver la cara de un ser querido.
Ahora, en unas pruebas de laboratorio, los investigadores han ensayado la estimulación eléctrica de las células de la retina para producir los mismos patrones de actividad que se producen cuando la retina ve un objeto en movimiento. Aunque aún queda mucho trabajo por delante, este es un gran paso hacia la restauración de la visión natural de alta fidelidad natural para las personas ciegas, dicen estos investigadores, de la Universidad de Stanford, California, en un trabajo financiado en parte por los Institutos Nacionales de Salud norteamericanos y publicado en la revista Neuron.
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