Los propietarios del estadio Maracaná de Río de Janeiro, que será escenario de la final del Mundial de 2014, pusieron en marcha una planta eléctrica de generación solar que ayudará a iluminar el mayor templo del fútbol brasileño.
La fuente de energía renovable, con capacidad para generar hasta 500 megavatios por hora al año, está compuesta por 1.552 módulos fotovoltaicos distribuidos en un área de 2.380 metros cuadrados sobre el anillo que soporta la cobertura de lona tensada del estadio.
El sistema de última generación para captar energía solar fue montado en una estructura metálica de 183 toneladas de peso.
Leer la nota completa en: Pulso