En el lado menos atractivo de la exploración espacial, existe un peliagudo problema: qué hacer con la orina de los astronautas. En vez de expulsarlo al espacio, los científicos han desarrollado una nueva técnica que puede convertir las aguas menores en combustible y agua potable. Su informe, que también podría inspirar nuevas formas de tratar las aguas residuales municipales, aparece en la revista ACS Química e Ingeniería Sostenible.
El equipo sostiene que los desechos humanos en los viajes de larga duración en el espacio representan aproximadamente la mitad del total de residuos de la misión. El reciclaje es fundamental para mantener un ambiente limpio para los astronautas. Y si los suministros a bordo se agotan, la orina tratada puede convertirse en una fuente de agua potable esencial, que de otro modo tendría que ser traída desde la Tierra con un enorme coste.
Investigación anteriores habían demostrado que un proceso de tratamiento de aguas residuales llamado ósmosis directa en combinación con una pila de combustible pueden generar energía. El equipo de Nicolau decidió basarse en estos hallazgos iniciales para afrontar el tratamiento de la orina en el espacio.
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