El próximo 8 de abril, Microsoft dejará de dar soporte a Windows XP, uno de sus sistemas opertativos más exitosos. Esto significa que el popular SO ya no recibirá actualizaciones de seguridad, parches ni correcciones de errores. Además, la compañía dejará de dar asistencia técnica a este sistema.
«No significa que ese día las pantallas se vayan a quedar en negro o algo parecido; los equipos con XP seguirán funcionando, pero serán más vulnerables a riesgos de seguridad y posibles virus» explica Fernando Calvo, responsable de Windows en Microsoft Ibérica.
De este modo, los ordenadores con Windows XP se convertirán a partir de este mes en suculento objetivo del software malintencionado, ya que cualquier nueva vulnerabilidad detectada en el SO no podrá ser reparada
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