A través de las redes se vive una guerra subterránea que generalmente se esconde de las miradas ordinarias. Un juego de poderes que tiene en la vertiente informática una nueva y poderosa arma. Desde que Stuxnet se hiciera público hace unos años, la presencia de ciberataques orquestados desde los propios servicios secretos de los gobiernos se ha convertido en una realidad patente.
G Data ha desvelado un nuevo programa espía llamado Uroburos, pensado para realizar labores de espionaje en grandes empresas, instituciones públicas u organizaciones que se dedican a la investigación. Su nivel de complejidad es tan grande y su objetivo es tan específico que todo indica que detrás de su elaboración se encuentra un ataque orquestado.
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