Ni milímetros, ni nanómetros. El grosor del nuevo LED más fino del mundo se mide en átomos, y tiene solo tres. Pese a ello, emite la suficiente luz como para ser utilizado en dispositivos electrónicos. Por si fuera poco, está basado en materiales bastante relativamente abundantes y podría servir incluso para fabricar pantallas flexibles y chips que utilicen luz en vez de electricidad como conductor.
El LED acaba de ser mostrado en un estudio en la revista Nature, y es obra de un equipo de científicos de la Universidad de Washington. Jason Ross, especialista en ingeniería de materiales para el proyecto, lo describe como «un dispositivo 10.000 veces más fino que el grosor de un cabello humano y que, sin embargo, es capaz e emitir luz que puede ser captada por equipamiento estándar».
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