Los minerales preservados en un diamante son la primera evidencia de que en las profundidades de nuestro planeta puede haber tanta agua atrapada en las rocas como la que hay en todos los océanos.
El diamante, originario de Brasil, contiene minerales formados a una profundidad de hasta 600km y que tienen cantidades significativas de agua atrapada en su interior, tal como afirma un estudio publicado en la revista Nature.
A partir de este hallazgo, los autores del trabajo sugieren que en muchos planetas rocosos también puede haber agua almacenada en su interior.
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