Tras las revelaciones de espionaje de Estados Unidos, existe un creciente interés por una serie de productos de teléfonos móviles con un punto de venta común: la privacidad.
El último en entrar en liza es el Blackphone, que opera con una versión a medida del Android de Google y encripta textos, llamadas de voz y chats de vídeo fue lanzado el lunes en la feria mundial de la industria, el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona.
Pretende entrar en el mercado de productos de la denominada gestión de seguridad móviles (MSM, por sus siglas en inglés) cuyo valor se estimó en 2013 en 560 millones de dólares y se prevé que casi duplique su tamaño hasta los 1.000 millones de dólares anuales para 2015, según ABI.
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