Las poblaciones de atún en el Golfo de México, en Norteamérica, que fueron expuestas a los químicos del petróleo crudo tras el derrame de la plataforma Deepwater Horizon en 2010, han sufrido daño cardíaco.
Así lo asegura una investigación realizada por científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. y la universidad de Stanford.
Millones de barriles de petróleo se derramaron en el océano Atlántico, en medio de la temporada de desove en una de las poblaciones de atún más importantes del mundo.
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