La impresora 3D es el futuro. Sus grandes posibilidades, infinitas, todavía se están explorando. Su revolución no ha hecho más que comenzar. Siemens ha dado un salto en esta tecnología desarrollando una nueva evolución en la impresión 3D a partir de materiales metálicos de alta resistencia. La compañía alemana ha aplicado esta tecnología a la fabricación de componentes de repuesto de turbinas de gas con una reducción del tiempo del 90%.
Mediante un patrón de luz láser controlado por ordenador se pueden fabricar todas las formas imaginables en un solo paso. Una tecnología que la compañía ha comenzado a aplicar a otros productos. Ahora se ha dado una vuelta de tuerca al asunto. La compañía ha conseguido hacer viable la producción aditiva a nivel industrial, gracias al desarrollo de la «tecnología más avanzada que la impresión 3D utilizada hasta el momento», asegura.
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