Las personas que continúan trabajando por la noche a través de sus teléfonos móviles inteligentes o ‘smartphones’ acaban rindiendo menos en su trabajo al día siguiente, según los resultados de un estudio de la Michigan State University (EE.UU) que se publicarán en la revista ‘Organizational Behavior and Human Decision Processes’.
En concreto, el investigador Russell Johnson y su equipo han visto en un par de estudios epidemiológicos que las personas que siguen usando sus móviles por motivos laborales a partir de las 21.00 horas suelen estar más cansados y menos comprometidos al día siguiente al volver a su puesto de trabajo.
«Los teléfonos inteligentes están perfectamente diseñados para acabar alterando el sueño», ha reconocido el propio Johnson, que admite que es uno de esos trabajadores que sigue utilizando estos dispositivos incluso cuando ya está en la cama, lo que hace que les mantenga «mentalmente ocupados con el trabajo hasta altas horas de la noche e impide descansar y conseguir dormir lo suficiente.
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