Con la proliferación del uso de teléfonos móviles inteligentes, tabletas y portátiles en todo el mundo, aumenta también de manera imparable la cantidad de baterías que terminan en los contenedores cada año. Una amenaza para el medio ambiente y la salud humana, pues sólo una pequeña parte de sus componentes tóxicos se recicla de manera adecuada. Por ello, los científicos están intentando desarrollar baterías fabricadas a partir de materiales biodegradables que ofrezcan las mismas prestaciones que las que usamos en la actualidad e incluso las mejoren.
Un equipo de investigadores presenta esta semana en la revista Nature Communications una de estas baterías: está fabricada a partir de azúcares y, según sostienen los científicos que la han desarrollado, es más duradera y barata que las baterías convencionales. «El azúcar es perfecta para almacenar energía en la naturaleza. Era lógico que intentáramos aprovechar esta potencia natural y respetuosa con el medio ambiente para fabricar una batería», señala Percival Zhang, profesor en la Universidad Virginia Tech e investigador de la start-up Cell-Free Bioinnovations, y autor principal de este trabajo
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