Los F1 del próximo año serán más lentos, bastante más lentos, según admiten todos los ingenieros de los equipos de F1, al menos cara a 2014. Las razones de todo ello hay que buscarlas en las nuevas reglas. Las tres claves de las prestaciones –aerodinámica, motor y peso– han sido modificadas en contra.
En 2014, los F1 tendrán menor carga aerodinámica, mayor peso, inferior potencia. Y está todavía por ver cómo influirán los neumáticos si Pirelli se decide por unas gomas conservadoras para evitar el espectáculo de la degradación visto este año. Y en carrera, además, entrará en juego otro factor nada desdeñable: la limitación de consumo.
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