Un anuncio de la Agencia de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) asegurando que las grasas trans ya no serán consideradas seguras generó grandes titulares en los medios de comunicación y, para muchos, la sensación de que la medida solucionará muchos de los problemas de salud de los estadounidenses.
Sin embargo, el entusiasmo desmedido de algunos deberá ser redimensionado, porque más allá de las grasas trans otros peligros permanecen escondidos en los alimentos.
Hay algunos alimentos que aún contienen grasas trans y que -en caso de que se apruebe la nueva disposición- sus fabricantes deberán modificar la forma que los producen. Algo que potencialmente, podría aumentar sus costos.
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