Las fuentes de radiación del orden del terahercio son cada vez más importantes, ya sea para obtención de imágenes médicas que ayuden a hacer un diagnóstico, el análisis de sustancias desconocidas, o la comunicación ultraveloz.
Las ondas del orden del terahercio son invisibles, pero tremendamente útiles; pueden atravesar muchos materiales que son opacos para la luz visible y resultan perfectas para detectar una amplia gama de sustancias químicas.
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