Despertamos llenos de buenas intenciones. Conforme avanza el día, debemos resistirnos a las múltiples tentaciones hasta que negarnos a los prohibido se vuelve demasiado agotante y cedemos. A esta conclusión llegó un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard y la Universidad de Utah, luego de realizar cuatro diferentes experimentos para comprobar que en la tarde somos más propensos al comportamiento deshonesto.
En los primeros dos experimentos, se le pidió a estudiantes universitarios completar una prueba visual en la que identificaban el número de puntos en el lado izquierdo o derecho de una pantalla. A los partícipes se les pagaba de acuerdo al número de pruebas completadas.
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