El estudio, publicado en la revista ‘Science Translational Medicine’, ha sido financiado por el Instituto Nacional de Imágenes Biomédicas y Bioingeniería y la Fundación Nacional de Ciencias. Codirigido por los investigadores Jeonghee Kim y Hangue Park, bajo la tutela del investigador Maysam Ghovanloo, ha contado además con la colaboración de científicos del Centro Shepherd en Atlanta, y del Instituto de Rehabilitación de Chicago y de la Escuela Feinberg de la Universidad Northwestern de Medicina de Chicago.
El sistema, que se conoce como ‘Tongue Drive’, es inalámbrico y portátil, y supera en velocidad pero manteniendo la precisión de las actuales sillas de ruedas. Funciona como un ‘joystick’, ya que el dispositivo es controlado con la posición de la lengua del usuario, se usa como las palancas de mando que llevan las sillas de rueda. Esto se produce gracias a unos sensores que retransmiten la posición que dicta la lengua a un auricular, puede ejecutar hasta seis comandos en función de la posición de la lengua.
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