La constelación de la ESA Swarm, integrada por tres satélites, ha sido colocada esta tarde en una órbita casi polar por un lanzador ruso Rockot. Swarm monitorizará durante cuatro años el campo magnético terrestre, desde las profundidades del interior de nuestro planeta a las capas superiores de su atmósfera.
Los satélites Swarm nos proporcionarán gran cantidad de información sobre el funcionamiento del escudo magnético que protege nuestra biosfera de las partículas cargadas y de la radiación cósmica. Los satélites tomarán medidas precisas para evaluar el debilitamiento actual del campo magnético, y averiguar si contribuye al cambio global.
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