Durante gran parte de la Guerra Fría, La Fuerza Aérea de Estados Unidos utilizó el Blackbird SR-71 para muchas de sus misiones espía más importantes.
El avión de color negro podía volar tres veces más rápido que la velocidad del sonido a altitudes de 25,900 metros de altura, más rápido y más alto que cualquier adversario.
El último de los Blackbirds voló en 1999, y las fuerzas armadas de Estados Unidos no han tenido nada parecido desde entonces.
Ahora, Lockheed-Martin, el fabricante del SR-71, dice que el “Hijo del Blackbird”, el SR-72, está en proceso, y será dos veces más rápido y más letal que su ‘padre’. Esto se debe a que el SR-72 será diseñado para lanzar misiles, algo que el SR-71 no hacía.
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