Típico, se estrenó la película que promete ser la más terrorífica de todos los tiempos, tú sabes que te asusta, sabes que de ir no sólo acabarás con tus uñas sino con las de tu compañero de asiento y que saltarás tantas veces que todos tus órganos van a acabar desacomodados, sin embargo, no puedes evitar desear con toda tu alma mirar esa cinta ¿Por qué pasa eso?
Según Glenn Sparks, académico de las Universidad de Purdue en Estados Unidos, esto se debe a un fenómeno llamado “transferencia de excitación”, que se refiere a cómo las personas se sienten después de ver la película de terror.
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