Nikki Samuel empezó a experimentar el dolor facial en 2005, y la diagnosticaron con Dolor Facial Atípico. Varios medicamentos no dieron resultado, y en 2008 la enfermera profesional de Leicester, Inglaterra aceptó su derrota y renunció a su trabajo.
Samuel describe los dolores como pulsaciones eléctricas que corren por la mejilla, un cuchillo que atraviesa tu piel, o la sensación de tener un carbón encendido sobre tu rostro, pero no encontrar alivio contra el dolor durante meses, o incluso años.
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