Descubierto a los fondos de la isla La Graciosa, parte del archipiélago canario, el yacimiento está al pie de la montaña a unos mil metros de profundidad y es catalogado como “un acontecimiento de gran relevancia científica”, en tanto permite un estudio más detallado del Otodus Megaselachus Megalodon, un monstruo que alcanzaba los veinte metros de largo y llegaba a las cien toneladas de peso.
El megalodón vivió hace unos veinte millones de años, en el Mioceno, y los fósiles que se han hallado en otras áreas permiten especular que vivieron hasta hace unos dos millones, entrado el Plioceno.
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