La habilidad que tienen los animales pequeños, como ardillas, estorninos y palomas, de mirar el mundo en cámara lenta, y por lo tanto, captar mayor información de su entorno, puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. A ello apunta un estudio del Trinity College de Dublín (TCD), Irlanda, que ha sido publicado en la revista Animal Behaviour.
Los animales pequeños ven en cámara lenta, lo que significa que pueden observar el movimiento en una escala temporal más fina que las criaturas más grandes, lo que les permite escapar de los depredadores de mayor tamaño. En un segundo, por ejemplo, insectos y pájaros captan mayor información que un hipopótamo.
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